martes, 30 de abril de 2019

¡Jo, Qué Noche! (1985)


Título Original: After Hours

Género: Comedia, Drama, Comedia Negra

Director: Martin Scorsese

Intérpretes: Griffin Dune, Rosanna Arquette, Linda Fiorentino, John Heard

Nacionalidad: Estadounidense




Impresiones

No todas las épocas han sido fáciles para Martin Scorsese. Ahora mismo, bien es cierto, es considerado un maestro influente, casi arquetípico, del cine del último medio siglo. Podría sacar adelante cualquier proyecto sin que nadie le ponga muchas objeciones. Sin embargo a mediados de los ochenta, si bien ya era un director famoso, esto no era tan fácil. Scorsese tenía en mente desde hace tiempo llevar a cabo el proyecto de “La Última Tentación de Cristo”, que finalmente llegaría a buen puerto en 1988. Pero años antes la Paramount dijo que nones a Scorsese. De este desencanto surge la idea y la posibilidad realizar de “Jo, Qué Noche” (estúpido título de esos que ponemos en España de vez en cuando).



Scorsese quería aproximarse a proyectos más pequeños e independientes, y el texto del guionista Joseph Minion vino como caído del cielo. “Jo, Qué Noche” es una pesadilla urbana, una cruel entronización del absurdo, una conjura que parece urdida por un infame destino. Tiene algo de Kafka, de Buñuel (particularmente de “El Ángel Exterminador”) y de crónica de una época concreta.

Nos cuenta la historia de Paul Hackett, un empleado de informática acomodado en todos los sentidos; un buen aunque rutinario trabajo, una casa en una buena zona y una vida sin sobresaltos. Pero se deducen de él dos características adicionales. Da la impresión de estar bastante solo y de querer dar un vuelco a su vida rutinaria. Una noche, en un bar de Nueva York que cierra tarde (a eso se refieren los After Hours del título original), se le acerca Marcy (Rosanna Arquette) para decirle que le encanta el libro que está leyendo, “Trópico de Cáncer” de Henry Miller. Finalmente Marcy se marcha, pero le da antes su número de teléfono por si algún día quiere llamarla. Cuando Paul vuelve a casa piensa que quizá podría llamar a Marcy esa misma noche, no debería haberla dejado escapar. Pero la noche es joven, decide llamarla de inmediato y, contra todo pronóstico, Marcy contesta que vaya a su casa en ese mismo momento.



Marcy vive muy lejos, en un barrio no muy recomendable para alguien como Paul, que bordea ser un yuppie ochentero. Una vez llega al barrio de Marcy comienzan una serie de acontecimientos extraños, surrealistas, kafkianos, que harán desear a Paul no haber salido de la zona de confort de su acomodada vida.

La primera vez que vi esta película probablemente fuera hace unos quince años, en el programa “¡Qué Grande es el Cine!” presentado por José Luis Garci. Ya entonces sentía un vivo interés por el cine de Scorsese y la emisión “¡Jo, Qué Noche!” se presentaba como una estupenda oportunidad para profundizar en sus películas menos conocidas. La oportunidad mereció la pena. Al poco tiempo tuve ocasión de verla con un par de amigos y el disfrute fue extraordinario. Y desde entonces hasta ahora. “Jo, Qué Noche” aguanta el paso del tiempo.



Análisis

Dirección: Scorsese  aúna una inhóspita y nocturna puesta en escena con un sentimiento de locura surreal, dando lugar a una sugestiva combinación. No obstante aunque es una película libre, no es anárquica ni descontrolada. La mano firme de Scorsese nunca deja de gobernar la nave. El ritmo es alto y la película se convierte, a ratos, en una especie de slapstick grotesco y kafkiano. El tema de la locura nocturna de Nueva York ya lo tocó, de una manera distinta, en Taxi Driver y Scorsese se mueve como pez en el agua recreando ese ambiente.
Actuaciones: Hay que destacar obligatoriamente a Griffin Dunne, actor que solamente por esta película y un “Hombre Lobo Americano en Londres” (1981) me resulta simpático (tiene una carrera extensísima, por cierto). Cumple con acierto el papel de burgués acomodado que ha de vérselas con la vertiente chunga de la ciudad; realmente no sobreactúa, que sería lo fácil, sino que vemos a un genuino hombre normal envuelto en un fenomenal lío. Un personaje muy interesante también es el de Rosanna Arquette, que se mueve entre la simpatía pizpireta y la perturbación mental; es frágil pero inquietante a la vez. Podríamos citar también a la enigmática Linda Fiorentino y a la excelente secundario Teri Garr.

Guion: Es una historia perversa y divertida donde nos reiremos de situaciones que no tienen nada de blancura o inocencia. Tenemos noventa minutos de humor negro reconcentrado y matizado por una inquietud casi onírica. Hay algo de farsa del yuppie ochentero y de la situación sin salida de las personas de los barrios bajos. Cuando pensamos que el guion va a ser una travesura, Joseph Minion, el guionista, sube la apuesta hasta llegar al torbellino tragicómico. Y lo mejor de todo, se sigue con interés.

Factura Técnica: Las imágenes de “¡Jo, Qué Noche” son nocturnas, lluviosas e inhóspitas y, como decíamos, reflejan a la perfección la locura urbana neoyorquina. La puesta en escena es sencilla, sin más barroquismos que los justos, con unos códigos cercanos a un cine más independiente. En las películas de Scorsese siempre hay que aguzar el oído y empaparse de música. Aparte de la música de Howard Shore, la banda sonora va desde Bach a los Monkees pasando por una razonable variedad.

ZONA SPOILER

-Al principio de la película Paul trastea con un ordenador junto con un compañero. Este compañero es interpretado por el actor Bronson Pinchot que aparecía (¿alguien se acuerda de esta serie?) en “Primos Lejanos” interpretando al primo Balki.

-Me parto de risa con el taxista escuchando flamenco mientras Paul va perdiendo billetes por la ventanilla abierta.

-Scorsese tiene algo de zumba con el arte moderno y en particular con las esculturas de papel maché.
-Nos empezados a mosquear realmente cuando vemos que Marcy se comporta de forma un tanto extraña. Por no mencionar la insólita historia de su marido en Turquía.

-¿Se dan cuenta de que la existencia del móvil hubiera desbaratado todo el argumento?

-Quizá Paul crea que su vida es aburrida y rutinaria, pero su infernal noche debe servirle para conocer que hay gente peor que él. De hecho mucho peor.

-A veces todas las vicisitudes de Paul se van juntando. Cuando vuelve de casa Tom,  el dueño del bar, se acuerda de Marcy y allí se da cuenta del suicidio. La cosa comienza a ponerse chunga, sobre todo descubre que era la novia de Tom. Citando a Joaquín Sabina, parecía como si el destino le estuviese jugando una broma macabra.

-¿Han localizado el cameo de Scorsese en el Club Berlín?

-La anoche acaba con Paul huyendo de una turba vecinal que quiere lincharle, refugiándose en el club Berlín y encontrando el apoyo de otra escultora de papel Maché.

-Tachán, el círculo se cierra con Paul siendo arrojado justo en la puerta de su trabajo. Es de suponer que su insatisfacción, en busca de espíritu aventurero, debe haber quedado satisfecha. ¿Saben de esos pijines que se van a los barrios bajos en plan safari, como si fuera una excursión a la Amazonía, para dárselas de bohemios? Les recomiendo fervorosamente esta película.

Escena Favorita

- El baile que tiene Paul con la "artista moderna" en el club Berlín tiene algo de especial. Paul, dada la noche que llevaba, recibe una sensación protectora, casi maternal. Al ser una excepción resalta como una luz roja y es una escena con un aire realmente interesante. 

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