Título Original: Seven (Se7en)
Género: Thriller, Cine Negro
Director: David Fincher
Intérpretes. Morgan Freeman, Brad Pitt, Kevin Spacey,
Gwyneth Paltrow
Nacionalidad: Estadounidense
Impresiones
“Seven”, sin ser una película de
terror, me da mucho miedo. Muchas películas de su género ,o más cercanas al cine
negro, suelen mostrar la faceta más siniestra y cruel del ser humano, y señalan
su vileza de forma eficaz si están bien hechas. “Seven” no solamente está bien
hecha, es que es una de las películas más fatalistas y deprimentes que yo
recuerde, sin que (por cierto) nos resulte intragable o inconquistable. Al
contrario, David Fincher recurre a algo de la magia hitchcockiana que nos hace
permanecer sentados en nuestras butacas.
Decía el crítico español Oti
Rodríguez Marchante (hablo de memoria) que cuando se estrenó “Seven”, los
acomodadores tenías que ir recogiendo con una escoba los restos de los
espectadores. Algo de eso hay, me atrevería a afirmar que los últimos veinte
minutos de “Seven” están a la altura no solo de los mejores de su época en el género, sino
de la historia del cine.
Muchos elementos son típicos de
los policíacos, a saber: pareja de policías aparentemente incompatibles,
asesino serial, un cuidadoso rastro de pistas… Sin embargo todos estos sitios comunes
están presentados de manera nueva: Así, por ejemplo, los crímenes nos revuelven
más las tripas porque su ejecución es particularmente brutal (aunque no se
muestre explícitamente), y además poco a poco se va configurando un aspecto
moral en ellos (desde el punto de vista del asesino, claro) que nos dejará,
como poco, pensativod.
Otro hecho diferencial respecto a
otras películas policiales es que Fincher se esfuerza en presentarnos algo
peculiar, hay afán de distinción. Lo hace presentándonos un mundo de oscuridad,
amueblado con un siniestro cuidado rayando en el goticismo. Los paisajes son
casi siempre lluviosos, incómodos. En este aspecto cabe señalar que desde muy
principio de los noventa los thriller de ambientación sórdida habían dejado
resultados notables: “El Silencio de los Corderos” (1991), sin ir más lejos.
Hay quien afirma que en este aspecto la precursora de la época podría ser “El
Exorcista III” (1990), de factura razonablemente parecida. En cualquier
thriller es un director que no evita nunca el lado cínico y oscuro de las
tramas de sus películas.
El detective Sommerset (Morgan
Freeman) está a punto de retirarse de la policía, y el sustituto es el joven
detective David Mills (Brad Pitt) con quien no acaba de sintonizar. Durante la
transición de una a otro detective, van
surgiendo una serie de asesinatos de carácter religioso que parecen estar
conectados con los siete pecados capitales. Finalmente Sommerset decide
posponer su jubilación durante lo que dure la resolución del caso y compartirá
la investigación con Mills. Cabe decir que ambos detectives son antagónicos en
su concepción del mundo: Sommerset lleva ya demasiado cinismo encima, piensa
que el mundo está mal hecho y que poco se puede hacer. Mills por su parte es un
joven idealista que cree que el mundo es un lugar bueno que puede cambiar a
mejor. La investigación pondrá a prueba las convicciones de ambos.
Hay algo de universalidad en la
historia, dentro de nosotros hay un Sommerset y un Mills que hace que nos
debatamos entre la fe y el descreimiento. Seven nos ofrece toda una visión del
mundo.
Análisis
Dirección: Fincher no quedó contento con el resultado final de
Alien 3 (aun así meritoria a ratos) pero se pudo resarcir de sobra con Seven.
Fincher muestra una habilidad prodigiosa para la intriga y para hacer que el
espectador salga por un momento de cualquier zona de confort y se sienta algo
incómodo. De todos modos Fincher no renuncia a los clásicos y la vena de
Hitchcock anda por ahí. También es capaz de llevar a buen puerto un guion
admirable con una eficacia visual y narrativa de primer orden. David Fincher
arma un mundo que sería influyente en otros títulos como “Copycat” (1995), “El
Coleccionista de Amantes” (1997), “Fallen” (1998)... Un trabajo espléndido.
Actuaciones: Morgan Freeman desprende un pesimismo otoñal que
parece hecho ex profeso para él. El teniente Sommerset tiene una vena
filosófica y decadente sobre el mundo, sin embargo el caso del asesino de los
pecados capitales le afectará cuando ya todo era cinismo interiorizado.
Magnífica actuación para un actor que estaba en vena. Brad Pitt, que ya se iba
haciendo un nombre como actor no hace una mala labor en el papel de David
Mills. Nuevamente la elección del casting es apropiadísima, Pitt borda el papel
de policía chulesco, impulsivo pero noble. La química y complementariedad de
ambos personajes es uno de los alicientes, tiene algunos toques de buddy movie
un tanto truculenta que va subiendo de intensidad.
Kevin Spacey, circunstancias
personales y judiciales aparte, es un magnífico actor que ya realizaba una espléndida labor. Es quizá uno de los
papeles más escalofriantes de Spacey y uno de los aspectos que hacen que aflore
la sensación de miedo en “Seven”. Hay algo en su mirada que atemoriza; un vacío
ominoso. Gwyneth Paltrow se encarga de un papel breve pero importante y
constituye la parte luminosa que contrapesa la oscuridad de “Seven”.
Guion: El guion de “Seven” es una visión del mundo revestida de
película. No solo se conforma con lanzar una alarmante mirada crítica sobre el
mundo, a ratos alcanza una extraña naturaleza épica. También domina algunos
resortes muy útiles para el thriller: un buen asesino serial, crímenes
llamativos, y a pesar de la truculencia de la historia hay elementos lo
suficientemente sutiles como para que no solo veamos una exhibición de morbo.
En última instancia en un ingenioso puzzle que nos habla de la lucha del bien
contra el mal y sobre la necesidad de mantener la lucha por un mundo mejor.
Factura Técnica: “Seven” consiguió una atmósfera que sentó un
precedente para numerosos thrillers posteriores. En este aspecto puede ser una
de las películas más influentes desde los noventa hasta hoy mismo. A las que ya
dijimos anteriormente se podría añadir la primera película de “Saw” (2004),
cuya atmósfera densa y sucia (además de la presencia del asesino moralista)
parece deudora de Seven.
ZONA SPOILER
-El inicio de la película es un
golpe en la frente. El castigo de la gula, muy adecuadamente, nos revuelve el
estómago.
-Un dato curioso es que en ningún
momento se dice el nombre de la ciudad donde transcurre la película. Se habla
sencillamente de “esta ciudad”. Ciudad que por otra parte parece estar sumida
en una penumbra perpétua.
-Hay algo inquietante en el hilo
conductor de los siete pecados capitales. Entre la extraña imaginación de los
crímenes y ciertas implicaciones metafísicas nos metemos en una atmósfera
enrarecida. Los castigos a la lujuria y a la pereza son particularmente
perturbadores.
-La película tira de grandes
ironías. Sommerset y Mills se encuentra cara a cara con el asesino pero no lo
reconocen (no saben nada de su aspecto físico) y creen que es un simple
fotógrafo. Ese momento, además, supone el cambio de rumbo en los asesinatos de
John Doe. Con terribles consecuencia para David Mills, pero sobre todo para
Tracy (Gwyneth Paltrow)
-Algo raro intuimos que puede
pasar cuando el asesino se entrega cuando falta media hora para finalizar la
película. Se ofrece a descubrir dónde está la víctima de su último crimen (el
castigo de la envidia), pero Mills y Sommerset han de estar presentes.
-Los veinte minutos finales son
los que elevan a “Seven” a la nota de matrícula de honor. Las tensas tomas
desde el helicóptero, la inquietante conversación en el coche patrulla, y el
extraño lugar indicado por John Doe, consiguen una brutal crescendo de
angustia.
Y esto nos lleva a...
Escena favorita
Los instantes finales de “Seven”
deben pasar a la historia como uno de los pináculos del thriller. Ya llevamos
mucha tensión contenida y empiezan
suceder una serie de eventos cada vez más extraño. Se aproxima una
furgoneta de mensajería y llega una caja. Nada parece tener sentido, hasta que
vemos que Sommerset comprende. Pero nosotros todavía no. El decurso de los
acontecimientos nos lleva lentamente hasta el descubrimiento, ya mítico, de la
cabeza de Tracy. Por cierto, ¿han visto la imagen subliminal? Mills cumple el
designio de John Doe y acaba con él. El final es aterrador. La frase final de
Hemingway trata de aporta un poco de luz. Finalmente Sommerset se supone que no
se jubilará y hará algo para mejorar el mundo. Aunque sea una mierda.
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