martes, 5 de marzo de 2019

La Naranja Mecánica (1971)


Título Original: A Clockwork Orange

Género: Ciencia Ficción.

Director: Stanley Kubrick

Intérpretes: Malcom McDowell, Patrick Magee, Michal Bates, Adrienne Corri.

Nacionalidad: Británica.

Impresiones



Lo que nos les entra, ni entrará, en la cabeza a los censores y guías espirituales que tratan de salvar nuestra alma, es que lo prohibido, lo censurado, o simplemente lo tildado de “poco recomendable” no hace sino abrir el apetito. Eso lleva pasando más de cuarenta años con “La Naranja Mecánica”. En EE.UU fue calificada inicialmente como película “X”, en Reino Unido hubo de ser retirada y en España no fue proyectada hasta 1975 en la Seminci de Valladolid. Y así un largo etc. Tampoco faltaron las amenazas de muerte a Kubrick y a su familia o las homilías desaforadas de grupos morales y religiosos.




De una forma particular lo mismo pasó conmigo. Claro que tenía interés en ver “La Naranja Mecánica” como obra de arte, pero también tenía que saciar la sed de la curiosidad generada por tantos comentarios mórbidos sobre la película. La vi por primera vez en los años de facultad en compañía de dos amigos, uno de ellos el creador del blog hermano DMR, y el impacto recibido fue lo suficientemente considerable como para que se acabara convirtiendo en una de mis favoritas de Kubrick.



Bien es cierto que hay un afán provocador por parte de Kubrick y sus referencias al sexo y a la violencia, pero teniendo en cuenta a la novela de Anthony Burgess como fuente, no cabía esperar otra cosa. No perdamos de vista, por otra parte, que no hay nada gratuito en “La Naranja Mecánica”, lo escabroso forma parte de la visión filosófica de la película. Digo filosófica porque propone una serie de temas políticos, filosóficos, psicológicos y morales que son tratados de forma, al menos, inteligente. Sin duda las distopías pueden ser fuentes de grandes reflexiones.

En un futuro indeterminado, en Reino Unido, la violencia en forma de crímenes cometidos por bandas de jóvenes ha llegado a límites insospechados. Asaltos  casas, palizas y violaciones son moneda de curso común. El líder de una de esas bandas, Alex DeLarge, es un jefe tiránico que es traicionado un día por sus compinches y atrapado por la policía. Además deberá entrar en prisión porque en su última fechoría ha asesinado a una mujer. Cuando lleva un tiempo en encarcelado Alex se ofrece voluntario para un proyecto experimental que intenta modificar las conductas sociópatas. Ya se han ido viendo las peculiaridades de Alex, como su afición por la ultraviolencia o su adoración por la música de Beethoven.



“La Naranja Mecánica” forma parte de la ciencia ficción antiutópica tan clásica del siglo XX y, aunque en su mensaje difiera de la novela de Burgess, se afana por parecer perturbadora e incómoda. Y lo consigue, pero de una manera inteligente, talentosa y lúcida en muchos aspectos. También conviene verla sin afán de morbo y no quedarse solo con lo llamativo, sino también con las ideas que fluyen debajo.



Análisis

Dirección: Si una película la dirige Kubrick nos aseguramos una buena fotografía y la “Naranja Mecánica” no es una excepción. Su forma de rodar, poderosa e hipnótica se ratifica en unos cuantos planos muy característicos: un primer plano que se va abriendo mostrando cada vez más elementos inquietantes, o el plano general de una habitación donde una persona se nos va acercando desde el fondo. Kubrick se esfuerza en narrar la historia sin ningún tipo de concesiones, fríamente y  epatando en base (sobre todo) a referencias a la violencia y al sexo. Ocasionalmente también se refiere  la religión. Kubric busca incomodar pero no es un mero provocador con una sobredosis de postureo. Hay sustancia y hay una mirada.

Actuaciones: El gran pilar sobre el que descansa la película es Malcom Mcdowell en el siniestro papel de Alex Delarge. Sin duda hace un buen trabajo, sabe transmitir incomodidad y repulsa en el espectador. Aunque también, llegado el momento, incluso transmite sufrimiento y nos genera algo similar a la compasión. Una característica común a Mcdowell y al resto del reparto es que la actuación no es naturalista, sino más bien una mezcla de hieratismo e histrionismo. Por cierto, me parece muy curiosa ver que Philip  Stone, el padre de Alex, con el tiempo fuera el camarero fantasma de “El Resplandor” que induce a Jack Nicholson a volverse contra su familia. Un secundario muy “kubrickiano”.

Guion: Obviamente toma como base la novela del británico Anthony Burgess publicada en 1962. Hay episodios violentos y escabrosos, es cierto, pero la historia también propone una serie de interesantes ideas dignas de reflexión. La negligencia educacional de los padres como factor coadyuvante en el embrutecimiento de los hijos, el uso de la tecnología por parte del estado para inquietantes fines, la represión política, la falta de escrúpulos de algunos intelectuales opositores y, por encima de todo, el libre albedrío. La capacidad del ser humano para elegir entre el bien y el mal por uno mismo, sin condicionamientos. Esta idea se muestra muy crítica con el conductismo, y podría ser el reverso tenebroso de B.F Skinner y su novela “Walden 2”, donde el instinto natural se reduce al mínimo. En realidad todas estas ideas se canalizan mediante dos mecanismos muy clásicos, el relato criminal y el futuro distópico, aunque de forma poderosa y subsersiva. Ya veremos en la zona spoiler alguna curiosa diferencia con la novela

Factura Técnica: Exquisita y contundente. La fotografía es, como es habitual en Kubrick, muy esmerada y los juegos con la cámara, a base de planos característicos y diversos recursos como el travelling y la cámara lenta rozan el virtuosismo. La dirección de arte fluctúa entre la desolación distópica y el kitsch. El aspecto a veces es deliberadamente  extravagante, no hay más que fijarse en los atuendos de los drugos o en el aspecto de algunos establecimientos. Todo es peculiar pero no se adapta al gusto de todos. Lo que sí es indiscutiblemente magistral es la portentosa unión entre imagen y música. Algunas peleas parecen auténticos ballets. La presencia de la música clásica (Beethoven, Rossini, Elgar) es habitual; también lo son los estremecedores sintetizadores de Wendy Carlos.

ZONA SPOILER

-La principal diferencia con la novela es que en ésta Alex, después de revertírsele el condicionamiento del Proyecto Ludovico, vuelve otra vez a las andadas durante un tiempo, pero acaba volviéndose bueno por elección propia. El mensaje de la novela era que el hombre es capaz de redimirse y cambiar. Kubrick da una visión mucho más pesimista; Álex, todavía en la cama del hospital da indicios de volver a ser el sociópata de antes. Y punto. A Burgess no le gustó nada esta tergiversación del mensaje de su novela. Su cabreo solo sería comparable al de Stephen King con la adaptación de “El Resplandor”.

-El inicio es terrotífico. El primer plano del rostro de Alex se va abriendo hasta mostrar al resto de sus drugos en el Korova Milk Bar bebiendo Moloko (ya saben de dónde sacó su nombre el grupo de música). Posteriormente la película sobrecoge al espectador con la paliza a un mendigo, la pelea con la banda Billy Boy y el asalto a la casa del escritor (¿no es un poco “Funny Games” (1997) de Haneke).

-Por cierto, la idea de tararear “Singing in the Rain” fue improvisación de Malcom Mcdowell. La ocurrencia debió de gustar a Kubrick, porque luego la canción tiene importancia en la historia. Incluso suena en los créditos finales.

-A veces estos muchachos hablan un poco raro. Eso es porque hablan “nadsat” un dialecto inventado que une inglés  con múltiples términos en ruso.

-Los padres de Alex son unos blandos que se creen unas trolas gigantescas o bien prefieren mirar para otro lado. Da la impresión de que son unos padres negligentes que con un poco más de carácter quizá hubieran conseguido enmendar a su hijo.

-Se supone que en esta distopía el gobierno del Reino Unido bordea la tiranía, como se puede deducir del hecho de que el proyecto Ludovico sea mencionado como una posibilidad para que en la cárcel quede espacio para los presos políticos.

-Es decir, la supuesta reinserción no es más que una máscara. Además vemos como el propio gobierno acaba reclutando como policías a los antiguos drugos de Alex.

-De esto no tengo confirmación, pero un grafti cerca de la casa de Alex pone “Suck it and See”, que es el nombre de un disco de los Arctic Monkeys editado en 2011. ¿Sacarían el título de ahí?

-Curiosamente la moral menos viciada podría ser la del sacerdote de la cárcel. Se opone al plan Ludovico porque niega la libertad en la elección entre el bien y el mal. No hay libre albedrío. Es decir, Alex no elije no pegar a alguien; sencillamente gracias condicionamiento Alex siente un malestar insoportable al hacerlo.

-El intelectual que recoge a Alex, y que fue víctima de un ataque de su banda al principio de la película, tampoco actúa rectamente. Instrumentaliza a Alex para socavar la política del gobierno ¡haciendo que se suicide! Claro, que a lo mejor también influye que por culpa de la cancioncita de “Cantando Bajo la Lluvia” el intelectual acaba reconociendo a Alex; el violador y asesino de su mujer.

-La última escena en la que el primer ministro da de comer a Alex en el hospital, de una forma un tanto cómica por cierto, es significativa. Es como decirle: “te hemos descondicionado, di que no fue fue culpa nuestra y nosotros te compensaremos como es debido”. Y Alex vuelve a la sociopatía. A diferencia de Anthony Burgess, el cínico Kubrick no parece creer en la redención.

Escena Favorita

El mencionado plano inicial de la película (primer plano de Alex, progresiva ampliación del mismo) puede que no tenga mucha relevancia, pero es poderosísimo. Te imbuye del ambiente viciado y extraño en que se desarrollará la película. Alex da miedito, y si unimos la música de la compositora Wendy Carlos, aterroriza.

1 comentario:

  1. La mas polemica pelicula de Stanley Kubrick,no solo te muestra como la violencia es parte fundamental de los seres humanos sino que vez al protagonista haciendo cosas que la mayoria de los espectadores reprimen en la vida real,yo la pondria al lado de otras peliculas perturbadoras como Terciopelo Azul(Blue Velvet) y El Portero de Noche (Il porteri di notte) peliculas que te muestran lo peor del ser humano (tanto de hombres como de mujeres),el hecho de que al final Alex recupere su capacidad para hacer el mal indica que para que exista el libre alberdrio y la libertad de eleccion tiene que existir el mal como oposicion al bien, mientras que la otra pelicula de Kubrick 2001 Odisea Espacial era optimista y ofrecia un futuro a la humanidad,La Naranja Mecanica tal vez indica que el ser humano siempre arrastara el mal como parte de si mismo.

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