Título Original: A Clockwork Orange
Género: Ciencia Ficción.
Director: Stanley Kubrick
Intérpretes: Malcom McDowell, Patrick Magee, Michal Bates,
Adrienne Corri.
Nacionalidad: Británica.
Impresiones
Lo que nos les entra, ni entrará,
en la cabeza a los censores y guías espirituales que tratan de salvar nuestra
alma, es que lo prohibido, lo censurado, o simplemente lo tildado de “poco
recomendable” no hace sino abrir el apetito. Eso lleva pasando más de cuarenta
años con “La Naranja Mecánica”. En EE.UU fue calificada inicialmente como
película “X”, en Reino Unido hubo de ser retirada y en España no fue proyectada
hasta 1975 en la Seminci de Valladolid. Y así un largo etc. Tampoco faltaron
las amenazas de muerte a Kubrick y a su familia o las homilías desaforadas de
grupos morales y religiosos.
De una forma particular lo mismo
pasó conmigo. Claro que tenía interés en ver “La Naranja Mecánica” como obra de
arte, pero también tenía que saciar la sed de la curiosidad generada por tantos
comentarios mórbidos sobre la película. La vi por primera vez en los años de
facultad en compañía de dos amigos, uno de ellos el creador del blog hermano
DMR, y el impacto recibido fue lo suficientemente considerable como para que se
acabara convirtiendo en una de mis favoritas de Kubrick.
Bien es cierto que hay un afán
provocador por parte de Kubrick y sus referencias al sexo y a la violencia,
pero teniendo en cuenta a la novela de Anthony Burgess como fuente, no cabía
esperar otra cosa. No perdamos de vista, por otra parte, que no hay nada
gratuito en “La Naranja Mecánica”, lo escabroso forma parte de la visión
filosófica de la película. Digo filosófica porque propone una serie de temas
políticos, filosóficos, psicológicos y morales que son tratados de forma, al
menos, inteligente. Sin duda las distopías pueden ser fuentes de grandes
reflexiones.
En un futuro indeterminado, en
Reino Unido, la violencia en forma de crímenes cometidos por bandas de jóvenes
ha llegado a límites insospechados. Asaltos
casas, palizas y violaciones son moneda de curso común. El líder de una
de esas bandas, Alex DeLarge, es un jefe tiránico que es traicionado un día por
sus compinches y atrapado por la policía. Además deberá entrar en prisión
porque en su última fechoría ha asesinado a una mujer. Cuando lleva un tiempo
en encarcelado Alex se ofrece voluntario para un proyecto experimental que
intenta modificar las conductas sociópatas. Ya se han ido viendo las
peculiaridades de Alex, como su afición por la ultraviolencia o su adoración
por la música de Beethoven.
“La Naranja Mecánica” forma parte
de la ciencia ficción antiutópica tan clásica del siglo XX y, aunque en su
mensaje difiera de la novela de Burgess, se afana por parecer perturbadora e
incómoda. Y lo consigue, pero de una manera inteligente, talentosa y lúcida en
muchos aspectos. También conviene verla sin afán de morbo y no quedarse solo
con lo llamativo, sino también con las ideas que fluyen debajo.
Análisis
Dirección: Si una película la dirige Kubrick nos aseguramos una
buena fotografía y la “Naranja Mecánica” no es una excepción. Su forma de
rodar, poderosa e hipnótica se ratifica en unos cuantos planos muy
característicos: un primer plano que se va abriendo mostrando cada vez más
elementos inquietantes, o el plano general de una habitación donde una persona
se nos va acercando desde el fondo. Kubrick se esfuerza en narrar la historia
sin ningún tipo de concesiones, fríamente y
epatando en base (sobre todo) a referencias a la violencia y al sexo.
Ocasionalmente también se refiere la
religión. Kubric busca incomodar pero no es un mero provocador con una
sobredosis de postureo. Hay sustancia y hay una mirada.
Actuaciones: El gran pilar sobre el que descansa la película es
Malcom Mcdowell en el siniestro papel de Alex Delarge. Sin duda hace un buen
trabajo, sabe transmitir incomodidad y repulsa en el espectador. Aunque
también, llegado el momento, incluso transmite sufrimiento y nos genera algo
similar a la compasión. Una característica común a Mcdowell y al resto del
reparto es que la actuación no es naturalista, sino más bien una mezcla de
hieratismo e histrionismo. Por cierto, me parece muy curiosa ver que
Philip Stone, el padre de Alex, con el
tiempo fuera el camarero fantasma de “El Resplandor” que induce a Jack
Nicholson a volverse contra su familia. Un secundario muy “kubrickiano”.
Guion: Obviamente toma como base la novela del británico Anthony
Burgess publicada en 1962. Hay episodios violentos y escabrosos, es cierto,
pero la historia también propone una serie de interesantes ideas dignas de
reflexión. La negligencia educacional de los padres como factor coadyuvante en
el embrutecimiento de los hijos, el uso de la tecnología por parte del estado
para inquietantes fines, la represión política, la falta de escrúpulos de
algunos intelectuales opositores y, por encima de todo, el libre albedrío. La
capacidad del ser humano para elegir entre el bien y el mal por uno mismo, sin
condicionamientos. Esta idea se muestra muy crítica con el conductismo, y
podría ser el reverso tenebroso de B.F Skinner y su novela “Walden 2”, donde el
instinto natural se reduce al mínimo. En realidad todas estas ideas se
canalizan mediante dos mecanismos muy clásicos, el relato criminal y el futuro
distópico, aunque de forma poderosa y subsersiva. Ya veremos en la zona spoiler
alguna curiosa diferencia con la novela
Factura Técnica: Exquisita y contundente. La fotografía es, como es
habitual en Kubrick, muy esmerada y los juegos con la cámara, a base de planos
característicos y diversos recursos como el travelling y la cámara lenta rozan
el virtuosismo. La dirección de arte fluctúa entre la desolación distópica y el
kitsch. El aspecto a veces es deliberadamente
extravagante, no hay más que fijarse en los atuendos de los drugos o en
el aspecto de algunos establecimientos. Todo es peculiar pero no se adapta al
gusto de todos. Lo que sí es indiscutiblemente magistral es la portentosa unión
entre imagen y música. Algunas peleas parecen auténticos ballets. La presencia
de la música clásica (Beethoven, Rossini, Elgar) es habitual; también lo son
los estremecedores sintetizadores de Wendy Carlos.
ZONA SPOILER
-La principal diferencia con la
novela es que en ésta Alex, después de revertírsele el condicionamiento del
Proyecto Ludovico, vuelve otra vez a las andadas durante un tiempo, pero acaba
volviéndose bueno por elección propia. El mensaje de la novela era que el
hombre es capaz de redimirse y cambiar. Kubrick da una visión mucho más
pesimista; Álex, todavía en la cama del hospital da indicios de volver a ser el
sociópata de antes. Y punto. A Burgess no le gustó nada esta tergiversación del
mensaje de su novela. Su cabreo solo sería comparable al de Stephen King con la
adaptación de “El Resplandor”.
-El inicio es terrotífico. El
primer plano del rostro de Alex se va abriendo hasta mostrar al resto de sus
drugos en el Korova Milk Bar bebiendo Moloko (ya saben de dónde sacó su nombre
el grupo de música). Posteriormente la película sobrecoge al espectador con la
paliza a un mendigo, la pelea con la banda Billy Boy y el asalto a la casa del
escritor (¿no es un poco “Funny Games” (1997) de Haneke).
-Por cierto, la idea de tararear “Singing
in the Rain” fue improvisación de Malcom Mcdowell. La ocurrencia debió de
gustar a Kubrick, porque luego la canción tiene importancia en la historia.
Incluso suena en los créditos finales.
-A veces estos muchachos hablan
un poco raro. Eso es porque hablan “nadsat” un dialecto inventado que une
inglés con múltiples términos en ruso.
-Los padres de Alex son unos
blandos que se creen unas trolas gigantescas o bien prefieren mirar para otro
lado. Da la impresión de que son unos padres negligentes que con un poco más de
carácter quizá hubieran conseguido enmendar a su hijo.
-Se supone que en esta distopía
el gobierno del Reino Unido bordea la tiranía, como se puede deducir del hecho
de que el proyecto Ludovico sea mencionado como una posibilidad para que en la
cárcel quede espacio para los presos políticos.
-Es decir, la supuesta
reinserción no es más que una máscara. Además vemos como el propio gobierno
acaba reclutando como policías a los antiguos drugos de Alex.
-De esto no tengo confirmación,
pero un grafti cerca de la casa de Alex pone “Suck it and See”, que es el
nombre de un disco de los Arctic Monkeys editado en 2011. ¿Sacarían el título
de ahí?
-Curiosamente la moral menos
viciada podría ser la del sacerdote de la cárcel. Se opone al plan Ludovico
porque niega la libertad en la elección entre el bien y el mal. No hay libre
albedrío. Es decir, Alex no elije no pegar a alguien; sencillamente gracias
condicionamiento Alex siente un malestar insoportable al hacerlo.
-El intelectual que recoge a Alex,
y que fue víctima de un ataque de su banda al principio de la película, tampoco
actúa rectamente. Instrumentaliza a Alex para socavar la política del gobierno
¡haciendo que se suicide! Claro, que a lo mejor también influye que por culpa
de la cancioncita de “Cantando Bajo la Lluvia” el intelectual acaba reconociendo
a Alex; el violador y asesino de su mujer.
-La última escena en la que el
primer ministro da de comer a Alex en el hospital, de una forma un tanto cómica
por cierto, es significativa. Es como decirle: “te hemos descondicionado, di
que no fue fue culpa nuestra y nosotros te compensaremos como es debido”. Y
Alex vuelve a la sociopatía. A diferencia de Anthony Burgess, el cínico Kubrick
no parece creer en la redención.
Escena Favorita
El mencionado plano inicial de la película (primer plano de Alex, progresiva ampliación del mismo) puede que no tenga mucha relevancia, pero es poderosísimo. Te imbuye del ambiente viciado y extraño en que se desarrollará la película. Alex da miedito, y si unimos la música de la compositora Wendy Carlos, aterroriza.
La mas polemica pelicula de Stanley Kubrick,no solo te muestra como la violencia es parte fundamental de los seres humanos sino que vez al protagonista haciendo cosas que la mayoria de los espectadores reprimen en la vida real,yo la pondria al lado de otras peliculas perturbadoras como Terciopelo Azul(Blue Velvet) y El Portero de Noche (Il porteri di notte) peliculas que te muestran lo peor del ser humano (tanto de hombres como de mujeres),el hecho de que al final Alex recupere su capacidad para hacer el mal indica que para que exista el libre alberdrio y la libertad de eleccion tiene que existir el mal como oposicion al bien, mientras que la otra pelicula de Kubrick 2001 Odisea Espacial era optimista y ofrecia un futuro a la humanidad,La Naranja Mecanica tal vez indica que el ser humano siempre arrastara el mal como parte de si mismo.
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