martes, 17 de septiembre de 2019

Ringu (La Señal) (1998)


Título Original: Ringu

Género: Terror

Director: Hideo Nakata

Intérpretes: Nanako Matsushima,  Miki Nakatami, Hiroyuki Sanada, Yuko Takeuchi

Nacionalidad: Japonesa



Impresiones

Terror en Japón ha habido desde bastante tiempo, sin embargo la categoría de “J-Horror” es relativamente reciente; al menos tal como se entiende hoy. Apenas dos décadas. Como clásico remoto se podría nombrar a “El Más Allá” (1964) de Masaki Kobayashi; como iniciador de la etiqueta moderna “The Ring”. Precisamente esta película, de escasas pretensiones, y todavía más escasos medios, consiguió un enorme éxito y pudo pasear con orgullo su triunfo en festivales como Sitges. Y fue una victoria colectiva, que concitó el conocimiento occidental de una forma de hacer las cosas a la oriental.




Si bien en realidad culturalmente no hay un océano de distancia. Las muertes en disposición metódica y las leyendas urbanas no eran nada nuevo, y sin embargo Nakata consigue insuflar sangre y aires nuevos a la base existente. Además de añadir una afortunada inclusión de aspectos relacionados con el folklore japonés. De todos modos esto del “J-Horror”, como cualquier etiqueta, tiene vocación referencial pero no es particularmente precisa. Nada tiene que ver “The Ring” con, por ejemplo, la violencia desatada de las películas de Takashi Miike.

Un factor que, curiosamente (o no tanto), ayuda a aumentar el clima de zozobra de la película, es su aspecto espartano, la ausencia de efectismos, lo sencillo de su puesta en escena. Apenas hay efectos especiales (salvo en un momento concreto), sangre o elementos macabros. Se trata de un terror de concepto y atmósfera, de ambientes grises y angustias relacionadas con el mayor miedo que probablemente tenga a su lado un ser humano: la proximidad de la muerte.



En “The Ring”  se nos habla de una leyenda urbana sobre una cinta de VHS en la que se ve una forma anular y una serie de extrañas imágenes de origen y significado desconocido. Al momento después de haber visto el vídeo suena una llamada telefónica, y a la semana de hacerlo la persona que haya observado el contenido de la cinta muere sin explicación lógica con un rictus de terror desaforado. Durante la semana de plazo, si se toma una fotografía a la persona “maldita”, su rostro aparecerá horriblemente desfigurado.

Una periodista, Reiko Asakawa (Nanako Mutsushima), tras conocer de primera mano algunos testimonios que ratifican esta leyenda urbana decide investigar. Investigará hasta tal punto que encontrará la cinta y la verá; la llamada telefónica se produce y comenzará a temer por su vida. Con ayuda de su exmarido Ryuji Takanawa (Hiroyuki Sanada), un catedrático conocer de temas extrasensoriales, tratará de descifrar las extrañas imágenes de la cinta y de evitar su fatal destino. Sin embargo la maldición se extenderá hacia alguien que no sospecha…

El éxito propició un remake americano en 2002, que por cierto no está mal, dirigido por Gore Verbinski y, lo que es peor, una serie de remakes, secuelas, precuelas, reboots de cada vez peor aspecto y calidad. Sin embargo, la angustia genuina, intensa y desasosegante nace de aquí. De esta sencilla película de Hideo Nakata.

Análisis

Dirección: Es uno de esos trabajos que aparentemente no tienen nada de particular, aparentemente, pero cuyos resultados finales son asombrosos. Nakata juega con leves penumbras, espacios solitarios, sencillos y silenciosos espacios. Todo ello conecta con el sentimiento no solo de terror, sino de desazón y fatalismo. Afortunadamente cualquier veleidad efectista o sanguinolenta se evita y se obtiene una obra tan sencilla como inquietante. El ritmo no es particularmente rápido pero funciona como una imparable cuenta atrás.

Interpretaciones: Nada particular que decir. No son particularmente brillantes, pero sí son honestas y creíbles. Nanako Matsushima da el pego como periodista diligente y como madre preocupada; suya es probablemente la mejor actuación de la película. Hiroyuki Sanada aporta un matiz más enigmático, guarda más secretos y eso le hace ser más herméticos; cumple sin más.

Guion: La película podría llamarse “Muerte con Preaviso”. ¿Quién no tiene  miedo a morir? Es probablemente el miedo más arquetípico y primigenio del ser humano. Lo angustioso es el conocimiento del momento exacto y del corto plazo del final. Las preguntas son, como tiene que ser, mayores que las respuestas. La obtención de éstas nos meterá en una espiral cada vez más intensa de terror. Hay algo fatalista, gris, que cada vez nos va acongojando más. ¿Qué el planteamiento es inverosímil? Advertimos ante ello que se trata de una película de terror colindante con el género fantástico. ¿Qué esperaban?

Factura Técnica: Ya decíamos que es una película de bajo presupuesto que no tiene alardes, pero ello de algún modo conviene y ayudar a aumentar la tensión. Que no haya alardes, no quiere decir que no haya sorpresas, de hecho hay momentos que juegan realmente con lo insólito. Y aun así estas sorpresas no tienen nada que ver con subidones de músicas o sustos de baratillo (ni “jumpscares” ni nada). “The Ring” es un ejemplo fabuloso de inquietar mediante la sugerencia; sin conservantes ni colorantes. A destacar la visita a una pequeña isla, que tiene reseñables estampas y la sensación y el aspecto del mar embravecido.

ZONA SPOILER

-El inicio con las dos amigas es un buen ejemplo de lo que será “The Ring”. A Hideo Nakata le basta con una leyenda urbana contada de forma oral y un teléfono sonando para causar auténtico miedo.

-Las habitaciones, el tiempo (sobre todo en la isla), todo tiene un toque gris que parece acompañar el estado de fatalismo que los protagonistas.

-Hay algo ominoso en las imágenes de la cinta VHS. Una mujer peinándose, un montón de letras sueltas, gente arrastrándose por el suelo, un tipo con una especie de ¿embudo? en la cabeza. Todo es tan caótico, dispar y esquemático que nos dejan muy inquietos. ¿Qué sentido tiene todo aquello? ¿Cómo se correlaciona con las muertes?

-Creo detectar un par de pequeños homenajes a otras películas de terror: hay un momento en que el hijo de Reiko se queda mirando embobado un televisor (Poltergeist). En el momento, casi al final, en el pozo (“Al Final de la Escalera”).

- Y aquí nace Sadako, un personaje de cierta relevancia dentro del cine de terror , junto con su equivalente occidental Samara

-El final feliz, como en tantas películas de terror, se me ve  matizado o desmentido poco después, en lo que parece ser un auténtico giro bestial de guion. Y eso nos lleva a…

Escena favorita

-Cuando ya todos se creen a salvo, Sadako hace acto de presencia causando el pánico del espectador, pero sobre todo a Riujy. La niña sale del televisor y se acerca al pobre profesor haciéndole morir de miedo. La elijo sobre todo por la significación posterior. Reiko, al descubrir la muerte de Riujy, debe cavilar por qué ella se ha salvado y no él. Al poco tiempo cae en la cuenta: ella copió la cinta. Es decir la única forma de librarse de la maldición es copiar la cinta y pasársela a otro. Esto da un aspecto casi viral al miedo y a la muerte, como un ciclo que debe repetirse sin fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario