martes, 18 de junio de 2019

Abre los Ojos (1997)


Título Original: Abre los Ojos

Género: Thriller, Drama, Ciencia Ficción

Director: Alejandro Amenábar

Intérpretes: Eduardo Noriega, Penélope Cruz, Fele Martínez, Chete Lera.

Nacionalidad: Española



Impresiones

Hay algo anómalo en “Abre los Ojos” si atendemos a su nacionalidad. Varias de sus ideas son colindantes con la ciencia ficción y tiene apuntes de thriller enrevesado en su vertiente psicológica, hasta el punto de flirtear con el surrealismo. No; no ha sido un caso frecuente en nuestro cine tal combinación.

De algún modo se puede incluir en la corriente de la ciencia ficción de los años 90 sobre los mundos artificiales y la naturaleza de la realidad. Ahí tenemos a “Días Extraños” (1995), “Dark City” (1998), “Matrix” (1999), “Nivel 13” (1999) o “EXistenZ” (1999)… Toda esta temática daba pie a especulaciones sobre nuestra relación con la realidad, la alienación, o la elección entre lo cierto o la fantasía. Y es costumbre decir que Alejandro Amenábar  y Mateo Gil, para escribir el guion, se inspiraron en “Ubik”, la novela de Philip K. Dick (si bien, que yo sepa, nunca lo han admitido)



“Abre los Ojos” añade un elemento más. El drama romántico. De hecho, casi el melodrama. También incorpora referencias incluso  al cuento de “La Bella y la Bestia”. Este factor baña la película de un tono sentimental que, afortunadamente, nunca supera los límites del empacho diabético.

“Abre los Ojos” es una película ambiciosa en cuanto a trama y en cuanto a recursos narrativos. No teme meterse en una historia compleja y desconcertante, donde a veces el espectador no hace pie, y también en la que la forma tiene tanta importancia como el fondo. Existe un ánimo audaz de sorprender al espectador, de ejercer trucos de prestidigitador cuidadosamente elaborados, pero insertados de una forma que resulte atractiva de ver y de seguir.



Es una película de una generación joven (tanto en dirección como en el reparto), de veintitantos años, con juventud, entusiasmo y ganas de impresionar. Y ello conlleva una serie de virtudes y defectos. Por un lado la valentía, la frescura y el entusiasmo; por otro algunos signos de inmadurez que indican que algunas situaciones podían haber sido resultas de otra manera. Afortunadamente no hay muchos momentos donde ocurre esto último. Para Amenábar “Abre los Ojos” es su película menos lograda. Acaso, el realizador, vea el cine ahora de otra manera, pero debo discrepar de su propio criterio. Tiene una serie de elementos que la hacer muy particular y, a mis ojos, valiosa.

Se nos cuenta la historia de César (Eduardo Noriega), un atractivo y adinerado joven que en su fiesta de cumpleaños le levanta la chica a su mejor amigo, Pelayo (Fele Martínez). Esta chica es Sofía (Penélope Cruz) y todo parece indicar que hay la química suficiente entre ellos para iniciar una relación. No obstante Nuria (Najwa Nimri), una antigua conquista de César, recoge a éste poco después en coche y en lo que podría ser un ataque de celos y locura, estrella el vehículo en lo que se convierte en un grave accidente de tráfico. Cuando se despierta del accidente, César tiene el rostro horriblemente desfigurado. A partir de ahí comienza un auténtico descenso a los infiernos que lo llevará a un mundo ilógico y cada vez más alejado de la realidad. Nosotros nos enteraremos de la historia mediante el relato que hacer César, a posteriori, a un psiquiatra (Chete Lera) en un centro de salud mental donde está recluido.



Análisis

Dirección: Amenábar contaba con 25 años, pero sus aspiraciones cinematográficas volaban bastante alto. “Abre los Ojos” conceptual y narrativamente es una película de cierta ambición, que mezcla géneros y tonos, y que no renuncia a anonadar y confundir al espectador. De todo ello Amenábar sale airoso. La mezcla de géneros está amalgamada sin que queden muchos resquicios y aunque en algún momento se acerca al fárrago, no transgrede ninguna línea de comprensibilidad. Visualmente hay algunos momentos destacables: la ya célebre escena en la Gran Vía, algunos momentos en la discoteca o en la Torre Picasso…

Actuaciones: Sin lugar a dudas hay en el reparto nombre importantes del cine español como Penélope Cruz o Eduardo Noriega. En general el reparto es bastante cumplidor. Curiosamente mi actuación favorita pasa por ser la de Chete Lera, en su papel de dedicado psiquiatra que poco a poco irá teniendo una inesperada  evolución. Penélope Cruz hace un buen papel, sabiendo darle al papel de Sofía un fuerte encanto. Fele Martínez está más controlado y sereno que en “Tesis” (1996), y eso se agradece; si bien su personaje tiene todavía algo de inquieto. El peso de la película, como puede suponerse, recae en su mayor parte en Eduardo Noriega que se adapta bien al papel de Narciso devenido en Fantasma de la Ópera. Es una actuación, si bien no particularmente brillante, sí meritoria y apropiada. Mencionar también a Najwa Nimri, cuya faceta de hermetismo uno poco ido de la olla es aprovechada perfectamente por Amenábar.
En general, salvo Chete Lera, todos los protagonistas principales eran de una generación de veinteañeros que desempeñaban el papel de prometedores intérpretes. La idea, la imagen, el concepto, de jóvenes universitarios, inteligentes, y modernos de los noventa supongo que está más o menos bien representando. En cualquier caso, en ese ambiente se desenvuelve “Abre los Ojos”.

Guion: Vamos a dar por sentado que no hay inspiración en “Ubik” de Philip K. Dick. Que una película española se interne en los senderos de la ciencia ficción es ya motivo de aplauso y satisfacción. Aparte de las películas que he mencionado arriba podría haber cierta similitud con “La Escalera de Jacob” (1990), por aquello del salto entre géneros y la caída en los infiernos del protagonista. Algunos conceptos son realmente atrevidos, y la dualidad y confusión de realidades, a título personal, me parece una idea sugestiva. Tiene algunos elementos un tanto juveniles, lo cual no tiene por qué ser un problema significativo. Firman Alejandro Amenábar y Mateo Gil.

Factura Técnica: Es sumamente meritorio que una película relacionada con la ciencia ficción se base más en las ideas que en los efectos especiales. Más bien podríamos decir que es ciencia ficción sin aditivos tecnológicos. Lo cual no quiere decir qué no tengo algunas imágenes realmente poderosas. Algunas de ellas las hemos citado ya (Gran Vía, Torre Picasso, el momento “bifronte” de la discoteca…) Amenábar se las apaña para dotar de un ambiente irreal a “Abre los Ojos” sin recurrir a grandes fastos. Ojo al guiño Hitchcock.

ZONA SPOILER

-La Gran Vía vacía sigue siendo una imagen casi icónica del cine español, o al menos del cine español de la época. Forma parte de un sueño, siendo el primer adelanto de la confusión de realidades que llegará más adelante.

-El inicio parece el de un drama juvenil, con jóvenes encantadores y guapos en misiones seductoras en fiestones varios. Sin embargo todo deviene en un drama de mayor calado, un meteórico descenso a los infiernos y finalmente un despegue (controlado) de la realidad.

-La banda sonora incluye canciones interesantes. En la fiesta suena “El Detonador EMX3” de Chucho (cuyo video musical incluía a su vez imágenes de la película). En la discoteca “Rising Son” de Massive Attack que, por cierto, suena apropiadísima.

-Hablando de la discoteca. ¿Localizan el cameo de Alejandro Amenábar?

-El hecho de que el relato nos provenga del propio César desde un manicomio/prisión en el que ha sido encerrado por asesinato, nos hace estar tensos pensando en cuál habrá sido el asesinato y cómo lo habrá hecho. Por supuesto a esto añadimos los hechos cada más inexplicables que relata César.

-Una vez el relato de César alcanza el momento presente quizá el mayor foco de tensión está en las extrañas de los sueños de éste.

-El truco final, el giro definitivo, es la criogenización, la construcción de un mundo ficticio. Es una duda cartesiana sobre si el mundo circundante que nos rodea es real o bien una ensoñación.

-Descubrir esto es más duro de lo que parece. Significa que las dos personas más queridas por César (Sofía y Pelayo) murieron hace muchísímo tiempo (y de paso todo el mundo que conocía). Aunque lo de la criogenización sea cierto, César deberá enfrentarse a un mundo extraño. Por mucho que la ciencia pueda resucitarle y darle un nuevo rostro, se encontrará en un futuro probablemente ininteligible.

-Muy interesante el personaje de Chete Lera. Parece que es una creación pura, un personaje sin correlato en la vida real. Por eso, quizá, se resista de forma dramática a la explicación del mundo ensoñado.

Escena favorita 

-Puede que las haya más poderosas visualmente, pero la escena de la discoteca en la que César se pone la máscara al revés y, a contraluz, parece una especie de géminis, un ser bifronte, es totalmente sugerente. Es la dualidad de César, la dualidad realidad/ficción, realidad/sueño.

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