martes, 12 de febrero de 2019

Juan Nadie (1941)


Título Original: Meet John Doe.


Género: Drama

Director: Frank Capra.

Intérpretes: Gary Cooper, Barbara Stanwyck, Walter Brennan, Edward Arnold.

Nacionalidad: Estadounidense.



Impresiones

Aunque a Capra siempre le había tenido por un buen director, habré de reconocer que tenía algún prejuicio contra su cine. Yo, como buen cínico, miraba con algo de desconfianza a su estilo repleto de bondad y sentimientos hermosos, no porque no fueran deseables estos sentimientos, sino por su excesivo idealismo, por su talante quimérico.


Acaso sea que no soy tan descreído como creo que soy, o que sencillamente mi visión de Capra era un arquetipo que sigue sin mucha reflexiones la, digamos, cinefilia moderna; cosa que tiene que ser suficiente motivo para espabilar. Usando mi renovada estima por Capra, aprovecharé para revisar “Juan Nadie” que, aparte de ofrecernos buenos sentimientos, también nos deleita con su marcada inteligencia.



¿Por qué es una película inteligente? Por la cantidad y calidad de los temas que trata, evitando así convertirse en una bobalicona declaración de intenciones. ¿Qué temas aborda? Las “fake news” (que realmente siempre las han habido), la manipulación periodística, la dureza de La Gran Depresión, el populismo, la perversión de la democracia… No es por tanto una ligereza baladí.



Capra es considerado el director más directamente asociado al New Deal de Roosevelt y en sus películas capta bien ese momento histórico difícil de EE.UU desde una perspectiva optimista y llena de fe en el individuo. En “Juan Nadie” se nos cuenta la manipulación de la periodista Ann Mitchel  (Barbara Stanwyck), que ve su empleo peligrar por la compra de su periódico por parte de un empresario con turbias aspiraciones políticas. Para conservar su puesto de trabajo, Ann escribe una falsa carta al periódico, proveniente de un inventado John Doe, en la que su autor anuncia su suicidio en el día de Navidad. Dado el éxito que tiene la carta, el periódico decide buscar a un John Doe real entre los numerosos mendigos que ha ido dejando la Gran Depresión. El  elegido será John Willoughby (Gary Cooper) que aceptará el papel de John Doe (Juan Nadie en castellano) a cambio de obtener el dinero suficiente para operarse un brazo.  John Doe pronto se convertirá en una figura reivindicativa capaz de mover a las masas, pero los intereses periodísticos, políticos y económicos acaban manipulando peligrosamente todo el fenómeno.



La visión del mundo según Capra no encontrará acomodo tras la Segunda Guerra Mundial, al ser aquellos tiempos más propicios para estilos más cínicos y oscuros como el cine negro; incluso “¡Qué Bello es Vivir! (1946) fue un fracaso inicialmente. En cualquier caso fue capaz todavía de dejarnos títulos interesantísimos como “Un Gánster para un Milagro” (1961). Aun hoy en día al pensar en Capra hay quien solamente ve una recopilación empalagosa de buenismo, pero ese es un análisis muy alicorto. El cine de Capra es inteligente y lúcido, y cuando quería podía llegar a tener un humor bastante negro, como en “Arsénico por Compasión” (1944). Sea como sea son muchos los disfrutes de su cine, sin duda una página imprescindible en toda historia cinéfila. Palabra de cínico.



Análisis

Dirección: Capra es uno de los epítomes del cine clásico. Su estilo visual y narrativo es siempre sencillo, evadiendo la tentación tan autoral de ponerse por en encima de la visión del espectador. Como buen narrador el ritmo de la película es fluido y adecuado a la historia, refrendando la idea de Capra de obtener una visión ética sin afectación ni dramatismos. Estilo prístino, artesanal e impecable.

Actuaciones: El casting me parece un acierto, el reparto no solamente es solvente sino perfectamente creíble. Gary Cooper casa a las mil maravillas con la idea de hombre íntegro, de pequeño héroe popular; transmite cierta ingenuidad, pero también firmeza y coherencia con su forma de entender el mundo (al menos en último término). Barbara Stanwick se mete perfectamente en la piel de Ann, evolucionando de periodista poco escrupulosa a defensora de la honestidad con una fuerte ligazón a Gary Cooper. Junto con la Hildy Johnson, interpretada por Rosalind Russell en “Luna Nueva” (1940), son dos ejemplos de mujeres periodista que se desenvuelven bien en un mundo de hombres.
Un buen secundario siempre da cuerpo y buen lustre a una película. En el caso de “Juan Nadie” el honor recae sobre el gran Walter Brennan, lúcido y ásperamente divertido como amigo mendigo de Gary Cooper y, probablemente, una descacharrante voz de la conciencia.

Guion: A los mandos está Robert Riskin, guionista bastante habitual de Frank Capra. El tono de la historia oscila entre la comedia clásica y el drama (una especie de “dramedia, por decir algo), decantándose algo más, quizá, por la segunda. La cantidad de ideas de interés es directamente proporcional a la sencillez del discurso expositivo; temas como la ética periodística, la dignidad, el populismo, la democracia y la manipulación son diseccionados con precisión cirujana pero usando un discurso sencillo y costumbrista. Ahí está la grandeza de un buen guionista, buscar la sustancia sin un alarde arrollador de retórica. En cuanto a su idealismo y profusión de buenos sentimientos, pues lo toman o lo dejan. De cualquier modo, no transgrede, ni mucho menos, los límites del empalagamiento indigesto.

Factura técnica: Tiene todas las características del cine clásico americano, que Capra utiliza hábilmente. Buen uso del plano general y del plano americano. Los puntos culminantes podrían ser las escenas de grandes masas de gentes y las secuencias finales. No es el apartado que más destaca, pero el peso de la película lo llevan el guion, la fluidez narrativa y las actuaciones. La música de Dimitri Tiomkin , como siempre, un lujo.

ZONA SPOILER

-Un magnate controlando un medio de comunicación y usando la manipulación informativa para medrar políticamente. Este tema, diría yo, es eterno.

-Los planes del magnate, sin ser mencionados abiertamente, pasan por una deriva autoritaria en la política (¿alusión a los fascismos contemporáneos de la película?); según ellos en esos días se dicen demasiadas cosas y hace falta mano dura.

-Capra parece posicionarme más en favor de la sociedad civil que en favor de los políticos. Un movimiento de solidaridad espontáneo entre los ciudadanos parece ser lo deseable.

-De todos modos, todos los mensajes bondadosos y motivadores son una gran impostura, una perversión de los diarios del padre de Ann. Aunque el fondo el mensaje es bueno, el pueblo se muestra entusiasta y se traga la mentira doblada, lo que le hace más fácilmente maleable. Acaso aquí se podría hablar de algunas características del populismo.

-La evolución de los personajes es una de las virtudes de la película. Inicialmente John Doe actúa empujado por la necesidad, después se empezará a empapar de su propio mensaje y cuando comprende la verdadera intención de toda la campaña cada vez se va sintiendo peor. Ann, por su lado, comienza derrochando cinismo pero poco a poco va cambiando su talante hasta incluso enamorarse de John Doe.

-También podríamos hablar de la vertiente sensacionalista de la prensa. Que alguien anuncie su suicidio acelera la venta de periódicos mogollón.

-La escena de la tentativa de suicidio en la azotea del rascacielos es un muy buen crescendo narrativo. Finalmente la gente es buena, capta la esencia del mensaje y evita que John Doe se suicide.

Zona spoiler


-La escena del mitin socavado por el descubrimiento de la falsedad, es intenta y apabullante desde el punto de vista técnico. Es desolador ver la ira del pueblo mientras Gary Cooper trata de mantener la compostura a la desesperada. Incluso hay cierta violencia latente durante este pasaje.

Fuentes: Wikipedia, Filmaffinity.

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