Título Original: Goodfellas
Género: Drama, thriller
Director: Martin Scorsese
Intérpretes: Ray Liotta, Robert De Niro, Joe Pesci, Lorraine
Bracco
Nacionalidad: Estadounidense
Impresiones
A Martin Scorsese, según el
acervo cultural medio, le salen media docena al menos de películas de sobra
conocidas como obras maestras por todo el mundo. Siendo puntilloso y yendo al
detalle la nómina se incrementa fácilmente. Si hacemos un juego de asociación
de ideas y trasladásemos una encuesta a cualquier persona cercana, seguramente
“Uno de Los Nuestros” estaría en el top 3.
Y tiene sus motivos. Es la
quintaesencia de muchos recursos narrativos del director neoyorquino y reúne
buena parte de sus características más notorias. Imaginemos, por ejemplo, el
célebre recurso de congelar la imagen mientras por encima suena una canción y
la voz en off. Esta forma de narrar y montar tiene una notable fortaleza
narrativa y es un recurso agradecido por el público. Lo que hablando en plata
significa que en “Uno de los Nuestros” se abrazan el cine de autor y el cine
comercial.
Este recurso se llevaría al
paroxismo en la también excelente “Casino” (1995), donde el barroquismo alcance
notas impensables, que solo un genio como Scorsese puede domar. De un modo
distinto, aunque esencialmente parecido, “Infiltrados (2006) también usa esa
narrativa tan asociada a Scorsese.
Y es que el mundo de la calle es
sustancia de no pocas de sus películas. Citándole textualmente:” “John Ford
hacía películas del Oeste. Nosotros hacemos películas de la calle”. Es un tema
interesante porque el propio Scorsese es una fuente de primera mano. Nacido en
Little Italy, era buen conocedor de los entresijos urbanos más turbios, del
trapicheo, de la locura urbanita. De ahí nacen títulos como “Malas Calles” (1973),
“Taxi Driver” (1976), o “Jo, Qué Noche “.
Por supuesto, también la historia
de “Uno de los Nuestros” tiene un componente callejero. La historia se inicia
en un ambiente que debió de ser muy parecido al que conoció Scorsese de niño.
Hay algo de verosimilitud de autenticidad en su grabación y en su desarrollo.
Para la escritura colaboró con Nicholas PIleggi, guionista y periodista que
había escrito e investigado sobre la mafia. Ello hace que, concesiones a la
ficción aparte, el guion este bien fundado. Se trata de una historia de mandos
medios, de soldados a pie de calle, de iniciados. No se trata de una historia
de la jefatura casi aristocrática como en la saga de El Padrino (Dios salve a
esa trilogía), se trata de lo que llaman en la película “los chicos listos”,
los que seducidos por el hampa de su barrio se meten en una banda, pasan de ir
a clase y se embolsan un dinero extra. Todavía no saben que el crimen no
compensa.
Los años 80 no fueron años
fáciles para Martin Scorsese, pero no porque no tuviera excelencia
cinematográfica. Incluso sus películas “menores” como ¡Jo, Qué Noche! (1985)
son realmente buenas y reivindicables (como ya hicimos en este blog). Sin
embargo sus adicciones, sobre todo a inicios de la década, algún fiasco
comercial y el escándalo de “La Última Tentación de Cristo” (1988), aunque en
taquilla más o menos funcionó, fueron unos cuantos contratiempos ya felizmente
olvidados. En cambio de década le sentó fenomenal a Scorsese que no solamente
consiguió una de sus películas más carismáticas, sino un hito en la mitología
de los cines de gánsters. Que estén involucrados Joe Pesci y Robert De Niro no
hay más subrayar el pedigrí de una película prodigiosa, que encontró una forma
de narrar personal, virtuosa, pero con mucho encanto.
Aquel año hubo de vérselas en los
Óscar con “Bailando Con Lobos”, que aún siendo una película estimable me parece
inferior a la película de Scorsese. Y curiosamente también estuvo en la carrera
otra película de mafia: “El Padrino III”, una injustamente vapuleada película
que quizá haya ido ganando reconocimiento con el tiempo. En cualquier caso “Uno
de los Nuestros” debió llevarse el Óscar a la Mejor Película aquel año. Aunque
obtuvo un premio para Joe Pesci como mejor secundario, que ya es algo. En el
Festival de Venecia, Scorsese consiguió el premio al mejor director.
Análisis
Dirección: A pesar de
venir de una carrera ya firme, de haber conseguidos hitos cinematográficos, de
tener sobrada experiencia, Martin Scorsese encontró, al menos en parte, una
nueva voz con Uno de los Nuestros. La forma de narrar, el montaje, la
introducción de la música… Se trata de una redefinición del cine de gansters,
al menos en lo formal. Otra de las señales de identidad que podemos percibir es
la duración casi épica, a ritmo de imágenes barrocas, pero sin ninguna
sensación de hastío o aburrimiento. Scorsese deja saciado hasta la última gota
al espectador, pero encuentra el punto exacto donde no traspasar el exceso. No
es poco mérito aunar recursos casi del cine de autor, con un potencial que no
rehúye lo comercial.
Intérpretes: Si bien el
hilo conductor es el personaje de Ray Liotta, de los personajes principales es
el que menos me interesa, al menos desde el punto de vista actoral. Su
personaje de Henry Hill es interesante, sobre todo para ver la evolución de un
niño de barrio convertirse en un “chico listo” de la mafia. No obstante, la
elegancia maliciosa de Robert de Niro, y la neurosis letal de Joe Pesci me
parecen más poderosas. Jimmy Conway, inspirado en el gánster real James Burke,
es el arquetipo de delincuente que seduce de primeros desparramando dinero a
espuertas para invitar a sus socios, que probablemente será amigo tuyo, pero
que llegado el momento te traicionará si hace falta. No le hace falta amenazar
abiertamente para parecer temible, como en cierta escena con Lorraine Bracco.
Personaje atractivo y casi a la altura del joven Vito Corleone, Jake Lamotta o
Travis Bickle.
Joe Pesci está francamente
magnífico en la piel de Tommy DeVitto, hombre tarado, violento, bordeando la sociopatía.
Si interpretación es muy intensa y realmente da sensación de peligro. Esta es
una de sus mejores actuaciones sin duda. Merecidamente premiada con un Óscar.
Correlacionen este papel con el de “Casino” (1995) y “Toro Salvaje” (1980) y
noten la energía que desprende. Eso sí, en aquellos años compaginó estos
papeles con el de ladrón en las películas de Sólo en Casa. Y otras comedias
como “El Súper” (1991). Pongo aparte “Mi primo Vinny” (1992), a la que
considero una película con interés. En “Uno de los Nuestros” da miedo a ratos
debido a su desmesura y su turbiedad.
Hay más actuaciones de mérito.
Lorraine Bracco hace una más que digna actuación como mujer de Henry. Tiene los
redaños para plantar cara a su marida, pero en última instancia también será una
cómplice importante. También digna de mención es la actuación de Paul Sorvino
como Paulie Cicero, un personaje casi paternal para Henry. Cabe decir que las
actuaciones tienen un buen grado de improvisación. En los ensayos Scorsese
dejaba vía libre a los actores para dar rienda suelta a lo querían hacer.
Después apuntaba las mejores ideas y las trasladaba al guion final.
Guion: Otras películas de
mafia nos hablan desde la perspectiva de la cúspide, de los capos y de los
padrinos. “Uno de los Nuestros” se acerca a los soldados, a los mandos
intermedios, sabe más a calle, a tugurios humeantes y a trapicheo. Se trata de
una elección tan buena, o tan mala como otra cualquiera. Para lanzar una mirada
sobre la lealtad y el poder se pueden elegir todos los ámbitos. La historia nos
habla, ya desde el título, del sentido de pertenencia, de complicidad entre
hampones. No obstante, el crimen no compensa y a la larga, las alianzas más
inamovibles también embarrancan con el tiempo. La narración, ya decíamos, es
casi una quinta esencia de Scorsese, que tendrá resonancia en “Casino” e
“Infiltrados” . Recuerden los fotogramas congelados, como se introduce la
música en la historia, el método del narrador omniscientes en muchos tramos.
Todo ello proviene de cierta influencia de la nouvelle vague y en especial de
Jules y Jim de Truffaut. La mencionada improvisación de los actores tuvo
también mucho que ver con el resultado final. Pileggi colaboró con Scorsese en
la escritura del guion, y ambos comparten crédito. Ambos repetirían en
“Casino”, película un tanto hermana de “Uno de los Nuestros”.
Factura Técnica: Para la
memoria algunos planos secuencia, de una destreza y un encanto notables, como
el de la entrada a cierto local (que Tarantino homenajeó en Pulp Fiction). El
trabajo de Michaell Balhaus en la fotografía en excelente. El uso de los
colores tiene momentos destacados. Como ejemplo los tonos rojizos de cierta
ejecución nocturna. La cámara de mueve y se para en una novedosa forma de
narrar. El acabado final lo da el uso de la banda sonora, con canciones de los
Rolling Stones, Cream, Dean Martin o Tony Bennett. La conjunción con la imagen
es perfecta, teniendo un sentido narrativo pleno tanto artística como
funcionalmente. Aquí habría que nombrar también el gran montaje de una persona
esencial para Martin Scorsese, Thelma Schoonmaker.
ZONA SPOILER
-La película ha sido tildada
varias veces de tener una moral ambigua, como presentando el mundo de la mafia
como una bicoca o un ejemplo de buena vida, Y si te pillan comes bastante bien.
-Muy pronto se ve la descripción
del “wise guy” (el chico listo) a través
de Henry. Pasando de ir al cole, ganando dinero, y yendo a sitios interesantes
(es un decir).
-Tampoco creo que la película
tenga defectos de moral. Bata ir viendo el desarrollo para comprender que el
crimen no compensa y que incluso tus socios pueden ser tus peores enemigos
llegado el momento.
-Como ya decíamos el margen para
improvisación que dejó Scorsese fue alto. La famosa escena en la que Tommy
parece enojado con Henry por decir que le parece gracioso es prácticamente
improvisada. Tuvo su origen en los ensayos y luego se integró al guion
original.
-Los aficionado a Los Soprano
reconocerán a Michael Imperoli en el papel de “Araña”. En la serie de HBO era
Chris Moltisanti.
-Del mismo modo Lorraine Bracco
sería posteriormente la doctora Melfi, también en Los Soprano.
-Algunos hechos narrados, como el
robo de la Lufthansa fueron reales. Y, como ocurre en el caso de Jimmy Conway,
varios de los hampones también están basados en personajes reales.
-Es un acierto que cada época
esté rodada de una forma distinta. La parte de los 80 tiene momentos casi
cómicos de paranoia cocainómana. Henry y Karen están paranoicos y hasta las trancas en una jornada al borde
de un ataque de nervios.
-Las amenazas más veladas a veces
son las arteras y las más peligrosas. Recuerden la escena en la que Jimmy
invita a Karen a coger unos vestidos.
Escena favorita
-El plano secuencia con la
entrada de Henry y Karen es un prodigio técnico, y una de las imágenes que
quedan de la película. Supone, además, la inmersión en un submundo que poco a
poco te va abriendo las puertas a sus secretos, poblado de personajes
peculiares, y a un estilo de vida peligroso pero atractivo. La cámara se mueve
como una pluma, de forma subjetiva y etérea.
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