viernes, 22 de octubre de 2021

Los Amigos de Peter (1992)

Título original: Peter's Friends

 Género: Drama, comedia

 Director: Kenneth Branagh

 Intérpretes: Stephen Fry, Emma Thompson, Kennet Branagh, Hugh Laurie

 Nacionalidad: Británica




 

Impresiones

 

Como siempre, antes de que empiecen a leer, les advierto que más allá de la "zona spoiler", no me corto a la hora de hablar del argumento desde el inicio. Sean precavidos y si no han visto la película, mejor no se aventuren a leer mucho del presente post, el cual considero (como todos los que yo escribo) para contrastar opiniones sobre una película que ya se conoce. Dicho esto, hoy abordo el análisis de una de mis películas predilectas de siempre. Una de esas que, por arte del azar, forman parte de tu vida desde hace mucho tiempo, y han ido creciendo en tu mente (consciente e inconscientemente) a medida que va pasando tu vida. No se trata un caso como el de "Eva Al Desnudo", mi post anterior, gran película que me fascinó, pero que evidentemente no ha estado madurando en las barricas de mi ser, al haberla descubierto hace poco.



 "Los Amigos De Peter" la descubrí allá por las navidades de 1993. Curiosamente, en una pre-cena de Nochebuena en casa de unos familiares, la estuvieron viendo en vhs los adultos (yo tenía 12 años) y no la presté mucha atención, más allá de quedarme con alguna escena suelta; de hecho, yo estaba haciendo otras cosas por la casa con los componentes más jóvenes de la familia. Pero, algo quedó plantado en mí, una pequeña semilla, que con el tiempo fue germinando y diciéndome que tendría que volver a hacer por verla. Pasarían unos años y, también en épocas prenavideñas, después de ir a una extinta tienda de música del centro comercial Parque Corredor a comprarme una biografía de la editoria La Máscara sobre el grupo Pulp, aquella noche, que creo que era un miércoles 23 de diciembre de 1998, la ponían en La 2. La volví a ver y quedé definitivamente atrapado por ella, sabiendo que pasaría a ser una de las películas de mi vida.




 

No estamos ante el caso de una película grandiosa, ni grandilocuente, ni efectista... No, estamos ante una película pequeñita. Una pequeña gran película diría y opino, que aborda las relaciones afectivas (sentimentales y de amistad) y también aspectos tan importantes como lo que esperamos de la vida y lo que nos depara finalmente, y cómo la vida va labrando nuestro carácter. Es muy interesante ver el experimento sociológico que nos plasma el fabuloso reparto que forma parte del film.




 

Estamos ante una película cuya sinopsis o resumen sintético es que un grupo de amigos se reúnen después de una década de separación grupal para celebrar la nochevieja. Más allá de que se hayan visto algunos de ellos por separado a nivel más personal de forma puntual, lo cierto es que desde aquella actuación donde interpretaron la hilarante "Orpheus in the underground" (no muy bien recibida por su público de aquella noche) en la misma mansión donde se van a reunir, no han vuelto a juntarse todos. Por ellos han pasado 10 años (a ritmo de "Everybody wants to rule the world" de Tears For Fears se hace un buen resumen de lo sucedido a nivel mundial en esos años; este es otro punto a favor de la película para mí, ya que gracias a ella me inicié en un grupo musical que es de mis favoritos a día de hoy) y aunque se vean en el mismo lugar que lo dejaron, el tiempo ha hecho su labor y sus experiencias vitales, en la mayoría de los casos traumáticas en mayor o menor medida, no les hace mostrarse tan luminosos y alegres como en aquella Navidad de 1982.




 

Ha citado una de las canciones que forman parte de la banda sonora. Ese es otro punto fuerte del film, ya que la selección de canciones pop/rock para la ocasión es acertadísima y viene que ni al pelo para cada escena. Tenemos por ahí el "Hungry heart" de Bruce Springsteen & The E-Street Band o el "Girls just wanna have fun" de Cindy Lauper, por citar otros 2 artistas que son de mi ojito derecho.



 

El género del largometraje, tal como lo he citado en los primeros apuntes esquemáticos del artículo, puede resultar contradictorio. "Los Amigos De Peter" es uno de esos casos que algunos denominan "dramedia", y que a críticos tan reputados como Miguel Juan Payán de la revista Acción, no le agradan particularmente. A mí no me disgusta, y en este caso en concreto me gana. Nos enfrentamos a una hora y media en la que hay mucho humor y situaciones disparatadas, pero también hay espacio para momentos realmente dramáticos. Allá cada uno con sus gustos, evidentemente. Sin embargo, con todo, la película me deja muy buen poso cada vez que la veo, ya que, a pesar de las trabas, la unión va a prevalecer y se van a superar de una u otra manera los escollos que se van planteando durante el metraje; como ya advertí de spoilers, entiendo que quien leyó hasta aquí ya ha visto la película.

 

Análisis

 

Dirección: Creo que en la primera mitad de los 90, y en los años que rodearon a esta película, Kenneth Branagh, que además es intérprete en la misma, era uno de las principales apuestas de gran director para el futuro. Tenía una buena reputación y considero que esta película ayudó a sumar. Luego, creo que, pasadas casi 3 décadas, las expectativas de Branagh se han quedado lejos de llegar a donde se pensaba que iba a llegar. Por un lado, le honra no renunciar a sus gustos y estilo personal y el atreverse con proyectos arriesgados. Dicho esto a nivel general, y reconociendo que no he visto toda la obra de Kenneth desde la silla de director, creo que la película que nos ocupa puede ser uno de sus mejores trabajos. Es otro ejemplo de largometraje en el que la dirección de actores es básica y considero que la solventa de manera genial. Los diálogos, la gestión de planos y contraplanos, incluso el tratamiento de otro de los personajes no personales, me refieron a la mansión y la finca de Peter, está muy bien logrado. Branagh consigue gestionar a la perfección el encaje de todas las piezas que forman parte de "Los Amigos De Peter", logrando un resultado sobresaliente.

 

Intérpretes: Estupendo reparto coral. Todos muy bien. Hay que destacar a 3 sobre el resto, que son el propio Branagh, interpretando a Andrew, que brilla mucho en el plano cómico en los momentos de melopea cuando descarrilla completamente contra sus amigos (descollante es esa reprimenda a su antigua novia Sarah, citando al rollete que se había traído a la fiesta como "el príncipe de Panaché, don Juan Pollalarga" en mitad de un desayuno), Emma Thompson, interpretando a la aún ingenua Maggie, que sufre un proceso de aprendizaje o despertar (a su manera) en la película, y Stephen Fry, mayestático como Peter Morton, y tratando de lidiar con la situación de la reunión y su intriga/situación personal, que tampoco es manca. También está Hugh Laurie, con un papel algo menor que los 3 ya citados, el cual viene de un drama personal como la muerte de uno de sus hijos gemelos (lo cual hace que su matrimonio vaya dando tumbos). He de citar a Phyllida Law, que encarna a Vera, la ama de llaves de la mansión desde los tiempos del padre de Peter, y que, con un rictus a veces cercano en el hieratismo y mala leche a la ama de llaves de "Rebecca", al final se revela más humana que ningún otro personaje de la película.

 

Guion: La historia aparentemente es sencilla, pero todas las intrahistorias que existen, hace que se aprecie una estructura muy elaborada de cada una de las situaciones personales. Te das cuenta que esa sencillez, además de funcionar y captar bien al espectador, no es superflua, y tiene mucho más de lo que a priori sintetiza. Tenemos a Sarah (interpretada por Alphonsia Emmanuel), que intenta sobrellevar su vida a base de apasionados y ardientes romances (de hecho se trae a uno a la casa; muy simpático el metepatas que interpreta Tony Slattery como Brian, el amante de Sarah, "don Juan Pollalarga", según Andrew, para entendernos), y que tiene en su poso la amargura de no haber cuajado en el pasado su relación para ella importante con Andrew. Andrew a la vez vive inmerso en su adicción al alcohol, luchando (o no) por salir de ella, con un matrimonio postizo con la famosa actriz Carol Benson (sublime Rita Rudner como frívola estrella de Hollywood), que se va al traste. Lo de Roger y Mary (Imelda Staunton, desquiciante como madre obsesionada con el estado de salud segundo a segundo del gemelo que aún vive) es de traca. Su escena de discusión en la cama de la habitación es de lo mejor en interpretación de la película; por fortuna, luego remontan sorprendentemente tras la noche de pasión que tomó el relevo a la pelea dialéctica conyugal. Quizás Maggie sea la que más feliz o menos amargada vive, si bien ha tenido un capítulo dramático de la muerte de un rollete que tuvo, la cual se viste de humor negro en una conversación a recordar con Andrew por los jardines. Todo ello desemboca en la confesión de Peter, que narra su situación y parece ganar a todos y a sus correspondientes y comprensibles desgracias. Lo dicho, todo esto está muy bien tejido y llevado a un clímax final, que se resuelve de forma luminosa y positiva, llegando a emocionar (ayuda mucho también, nuevamente acertando al disponer la canción de turno, el "As the days go by" de Daryl Braithwaite que conecta con los títulos de cierre).

 

Factura técnica: La ambientación es contemporánea a su década. Nadie puede negar que "Los Amigos De Peter" es de comienzos de los 90. Se aprecia no solo en el vestuario, sino en la iluminación utilizada, los colores (a pesar del gris imperante de la época del año en el que se desarrolla la acción de la campiña británica), etc. No deja de tener un remate elegante al desarrollarse todo en una mansión señorial solariega y Peter no prescindir de la pompa (a su estilo) que merece la localización y la época del año. Están muy bien tratadas las escenas en exteriores (hay algún plano general sensacional que muestra los jardines), pero sobre todo están correctamente aprovechadas las escenas en interiores y como cada una se desarrolla en una estancia distinta, dándole de esa forma la identidad propia a cada una.

 

ZONA SPOILER

 

-Ya de lleno en el destripe, empecemos por la primera de las cenas y velada posterior. Es apabullante la cantidad de vergüenza ajena que causa el personaje de Brian, metiendo la pata constántemente, contando chistes que no hacen gracia a nadie (lo de Greta Garbo y el perro) y que para colmo termina insistiendo en la petición de que le canten Roger y Mary la canción del último spot de café que han compuesto.

 

-Tengo que mencionar ese momento cuando en la 2ª noche, la propia Nochevieja, aparece Andrew completamente borracho, habiendo sucumbido a sus fantasmas, con ese jocoso "¡hora de cenar!" que suelta al entrar en escena. El propio Kenneth en la dirección se vale del recurso de la elipsis, pasando directamente a la sobremesa. Se da lugar a una tormenta de reproches, con notables y contundentes insultos, que van a llevar a Peter a confesar uno de los motivos que le movieron a celebrar la reunión.

 

-La confesión de Peter y su condición de seropositivo, es un jarro de agua fría que sirve para apagar de un golpe el incendio que había. Todo el mundo deja de lado sus problemas para, por primera vez en la película, responder de forma solidaria ante su amigo, zanjar las rencillas y comenzar una verdadera fiesta que engancha con el inicio de la película, tanto en la canción (vuelve a interpretarse, como buenamente se recuerda, el "Orpheus in the underground") como en el comportamiento y ánimo de los partícipes.

 

-El tramo final alcanza un clímax altísimo. A lo ya narrado en los párrafos anteriores, hay que apuntar la revelación de Vera, la cual hace su entrada de oro, propiciando el brindis final y dando paso a una íntima y preciosa (llámenme ñoño) conversación a título de confesión con el propio Peter. Muy emotivo.

 

-Hay muchos detalles humorísticos en el guion y alguna puyita como cuando Peter le dice a Andrew que la barriga es algo típico británico, además de la cultura. Ahí queda eso.

 

-La tentativa de abordaje erótico-festivo-sexual de Maggie, al meterse a lo bestia en la cama con Peter, vuelve a causarnos una potente sensación incómoda. El tema de la homosexualidad o bisexualidad está también latente en tanto al personaje de Peter durante toda la película, pero luego sabemos que el motivo por el cual rechaza Peter a Maggie de permitirse una canita al aire, es otro distinto a que le gusten los hombres, las mujeres o ambos llegado el caso. Muy bueno los referentes eróticos de Peter al citar en el bando masculino a River Phoenix y en el femenino a Michelle Pfeiffer; en lo que respecta a Michelle, coincido 100% (aún a la presente fecha y edad de la susodicha).

 

-También hay lugar en la película para la conexión a priori no imaginada entre ciertos personajes. Recuerdo ahora el momento en el que la despechada Maggie se ve ayudada por Carol, mujer de Andrew, cuando las 2 coinciden en la cocina (una para beber y olvidar el rechazo de Peter y la otra para intentar quemar calorías de forma insana). Carol aconseja a Maggie, la cual después de este encuentro despega y termina tirándose a Paul, el hijo de Vera, aquel niño que aparecía también en la foto de la post-actuación de 1982.

 

Escena favorita

 

-Podría perfectamente escoger el momento de la confesión de Peter, que en un momento de desesperación al ver que la fiesta-reunión que había ideado, está resultando un calvario para todos sus amigos, decide contar su situación personal. Si a eso le sumamos que Peter realmente viene de sufrir la pérdida de su padre, con el que quizás no ha tenido muy buen feeling en su vida (interesante diálogo con Andrew), es admirable lo bien que lleva Peter la situación. Pero no, me voy a quedar con el momento en el que el grupo se reúne en la cocina tras la incomprendida actuación en la cena de Navidad de los padres de Peter con sus amistades de alta alcurnia. Ese instante, en el que todos están animosos y llenos de ilusión ante la vida que se les abre, es realmente optimista. La foto que se hacen, con la que se termina la película en imagen fija, plasma un momento de felicidad, de vitalismo. El que la foto sea recuperada al final de la película, hace que todos se quiten por un momento el lastre de los 10 años transcurridos, que no les han llevado por donde precisamente querían. Como bien cantaba Karina en su "Baúl de los recuerdos", echar la vista atrás es bueno a veces. Vivir eternamente en el pasado no es bueno, pero tener un "Rosebud" personal, ya sea una foto de amigos o cualquier otro elemento que valga como referencia, ayuda inestimablemente a mantener un equilibrio emocional, al que de cuando en cuando, en plan salvavidas, es necesario recurrir. ¿Cuál es el suyo?

 

Artículo escrito por Víctor Prats (DMR)


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